Daniel 7.18 y 27 “18 Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre.
27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.”
Fuimos llamados, y somos entrenados, para reinar con autoridad eternamente. DIOS prepara a su pueblo, sus hijos, que van a gobernar. Ese pueblo se compone de todos los que creen en JESÚS.
Y así como estas Promesas, como este Decreto establecido por DIOS, podemos leer en La Biblia varias Promesas de Bendición (para acá en la tierra y para el cielo) que DIOS nos entrega con solo creer.
El nuevo Pacto (Hebreos 10.15-25), establecido por DIOS y confirmado por la sangre de JESÚS, habla de Nuevas Promesas y específicamente en el versículo 16 dice:
Hebreos 10.16 “16 Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,”
Muchas personas al entregar su vida a JESÚS reciben inmediatamente, en su corazón y en su mente, todas las Bendiciones escritas en La Biblia, que son Decretos de DIOS, y viven una vida diferente.
Pero un gran número de personas (me incluyo) aunque entienden en su mente no pueden recibir en su corazón y no pueden transformar su vida completamente. Podemos tratar de cumplir, con todas nuestras fuerzas, todo lo establecido en La Biblia para ser bendecidos y prosperados pero no podemos avanzar. Hay un bloqueo en el alma que no nos permite crecer, desarrollarnos, cumplir nuestros sueños plenamente.
3 Juan 2 “2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
Nuestra alma debe prosperar para que tener una vida completa, feliz, llena de bienaventuranzas.
Los Decretos, Estatutos y Mandamientos de DIOS están en nuestra mente pero bloqueados por los decretos errados de nuestros padres. Nuestros padres han Decretado sobre nuestras vidas fuera de la voluntad de DIOS porque ellos no siguieron los Mandamientos y Estatutos declarados en La Biblia.
Testimonio 1, Mujer: Cuando joven tuve que salir a trabajar como hija mayor, mis hermanos eran niños y mi papá enfermo en cama. Me impusieron la responsabilidad que sería yo la que debía trabajar para proveer a mi casa de sus necesidades: comida, salud, vestimenta y estudio. Pero ese Decreto siguió hasta ahora que soy mayor y ya casada. Mis ingresos no me pertenecen como antes. Esto me fue revelado por el ESPÍRITU SANTO para que anule esta obligación establecida por mis padres y pueda vivir según los Mandamientos de DIOS en mi corazón.
Testimonio 2, Varón: Mi madre fue abandonada por su papá (mi abuelo) por lo que tenia un dolor muy grande en contra de los hombres. Por esto no se entendió con mi papá (su esposo) y Decretó sobre sus hijos varones que seríamos mantenidos por nuestras esposas, que no podríamos ser proveedores de nuestras familias por ser varones inútiles. Y así nos fue, tanto a mi como a mis hermanos. En todos los casos nuestras esposas siempre ganaban mejor que nosotros en sus trabajos y se cumplió lo de no ser proveedores de nuestras familias.
Testimonio 3, Varón: Ahora entiendo que yo vivía de la manera que vive mi familia. Y aunque yo no estaba de acuerdo no podía cambiar por más que quería. Todo lo que molestaba de mi familia yo lo hacía igual a ellos. Soy todo lo que mis padres dijeron sobre mí.
La palabra que hablamos tiene el poder de cumplirse. Tanto las palabras de bendición como las de maldición. Las palabras que los padres hablan tienen gran poder por la autoridad dada sobre los hijos. Nosotros como padres podemos dar vida o muerte con las Palabras que le declaramos a nuestros hijos.
Proverbios 18.21 “21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.”
Mateo 12.34 “34 Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.”
Mateo 12.36-37 “36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”
Podemos cancelar, anular todas las maldiciones pasadas creyendo en la obra redentora de JESÚS.
JESÚS ya pagó y nos liberó por todos nuestros pecados pero seguimos dando ofrenda a los espíritus que nos atormentan por las Palabras de nuestros padres.
Para que la Palabra implantada por DIOS florezca, debemos abolir, invalidar con la sangre de JESÚS los Decretos incorrectos de nuestros padres.
Lo que hacemos, al orar así, es borrar el “historial” de nuestra mente y nos reiniciamos con las bendiciones que DIOS planeó para cada uno. Dejamos de vivir la vida que nuestros padres planearon incorrectamente para nosotros.
No le honramos a DIOS cuando nos comportamos según los Decretos erróneos de nuestros padres.
¿Y porque nuestros padres hablan Palabras de Maldición sobre los hijos?
Números 14.18“18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.”
Éxodo 20.5 “5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,”
Si nuestros antepasados (padres, abuelos) estuvieron separados de DIOS, lejos de cumplir Los Mandamientos, Decretos y Estatutos establecidos en La Biblia nosotros heredamos su maldad, sus errores.
Si nuestros padres no supieron bendecirnos, ni darnos cariño, ni palabras de aliento es porque ellos tampoco recibieron.
Pero gracias a JESÚS podemos cancelar toda la maldad de nuestros padres y bendecirlos. Además, así se cortan las maldiciones para que no pasen a las siguientes generaciones.
Un ejemplo en La Biblia lo tenemos en David. El profeta Samuel fue enviado por JEHOVÁ para ungir al nuevo rey que reemplazaría a Saúl. Este nuevo rey sería hijo de Isaí.
1º Samuel 16.10–11
“10 E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos.
11 Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.”
Isaí menospreció a su hijo David y no le trajo con los otros. Además decreta que es solo un pastor de ovejas. Sin embargo JEHOVÁ ya había Decretado que David sea rey de Israel. Y así fue.
Patrones de comportamiento del enemigo ensucian los caminos de DIOS.
Debemos orar y pedir revelación al ESPÍRITU SANTO sobre que patrón estoy obedeciendo y no a DIOS.
Debemos tener siempre presente este versículo:
Proverbios 26.2 “2 Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa.”
¡Le damos gracias a DIOS que se ocupa de todos nosotros con amor y paciencia, bendito sea Él!