martes, 22 de diciembre de 2020

El Séptimo Día

JEHOVÁ es el creador los cielos, la tierra y el mar y todo lo que en ellos hay (Exodo 20.11)

Los tres primeros días (eras) creo la naturaleza. El cuarto día el sol y la luna (Génesis 1.3-19) Los días (eras) quinto y sexto JEHOVÁ creó a los animales y como punto culminante al hombre que es el alma de la creación y en quien JEHOVÁ sopló aliento de vida, el ESPÍRITU SANTO (Génesis 1.20-31, 2.7) El Séptimo Día (era) DIOS lo santificó y reposó (Génesis 2.1-3)

JEHOVÁ entregó Los Mandamientos a Moises en el Sinaí (Éxodo 20.1-17 y Deuteronomio 5.1-21) y uno de estos Mandamientos es guardar el Séptimo Día, el día de reposo, el Shabat como conocen los Judíos. 

Inclusive por pacto perpetuo como está escrito en La Biblia.

Éxodo 31.12–17 “12 Habló además Jehová a Moisés, diciendo:

13 Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo;porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

14 Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo.

15 Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá.

16 Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.

17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.”

JEHOVÁ quería estar seguro de que pasaríamos un tiempo con Él. Nos dio seis días de la semana para trabajar y un día par dedicarnos exclusivamente a Él. 

Además, JEHOVÁ ordenó muchas otras señales como recordatorios porque solo se valían de su mente y voluntad para acercarse a JEHOVÁ.

Deuteronomio 6.6–9 “6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 

7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 

8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 

9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”

Y también con el fin de rememorar Los Mandamientos, Preceptos y Estatutos.

Deuteronomio 22.12 “12 Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.”

Cuando el pecado original de Adán y Eva el ESPÍRITU SANTO se retira del corazón del hombre. Pero gracias al sacrificio de JESÚS regresa con nosotros para ayudarnos y recordarnos todas las cosas.

Cuando aceptamos a JESÚS como Señor y Salvador el ESPÍRITU SANTO viene a hacer morada en nosotros.

Efesios 1.13 “13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,”

1 Corintios 3.16 “16 No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”

Juan 14.17 “17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”

El ESPÍRITU SANTO nos recuerda todas las cosas de DIOS. Nos convence de pecado, nos llama a orar, intercede por nosotros, nos guía en lo que nos conviene.

Juan 16.8 “8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”

Juan 14.26 “26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Romanos 8.26 “26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 

Hoy no necesitamos de señales externas porque tenemos la comunión personal con DIOS a través del ESPÍRITU SANTO.

Pero lo más importante que nos dejó el sacrificio de JESÚS y la venida del ESPÍRITU SANTO es el acceso a tener una vida espiritual que había perdido Adán en el Edén.

Esta vida espiritual es estar en íntima comunión con DIOS las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, todo el año, toda la vida en la tierra.

Podemos entrar junto a Él directamente.

Hebreos 4.16 “16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

Este es el Séptimo Día espiritual y ya no necesitamos más el Séptimo Día físico.

Con el ESPÍRITU SANTO llevamos una vida espiritual, todo lo hacemos guiado por el ESPÍRITU SANTO, no somos guiados por nuestra mente o voluntad.

1 Corintios 2.14 “14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”

Antes las guerras eran físicas con repercusiones espirituales ahora las guerras son espirituales con repercusiones físicas.

Ya no necesitamos recordatorios físicos ni un día especial para estar con JEHOVÁ, tenemos las puertas abiertas para tener permanente comunión con Él.

Vivimos en reposo con DIOS todos los días a toda hora. 

¡Gracias mi Dios JESÚS, bendito y alabado seas!

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