Desarraigo

Mateo 10.34–39 “34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 
36 y los enemigos del hombre serán los de su casa. 

37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 

38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 

39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.” 

No es muy difícil de interpretar esto versículos. En el v.34 JESÚS dice que vino a traer Su Reino a todos los que quieran seguirle a Él, pero que mucho estarán en contra tratando de disuadirnos. El mundo que nos rodea, nuestra familia misma, nuestros amigos y aún nuestras parejas (v.35-37)

Pero a pesar de toda oposición, si de verdad queremos estar con JESÚS debemos dejar todo a un lado y seguirle. Inclusive renunciar a nuestros deseos, costumbres, planes o proyectos por el propósito y la voluntad de Él, de JESÚS (v.38) El fin de la cruz es morir, y morir a nosotros es ganar la vida eterna pero dedicarnos a vivir según este mundo, sin JESÚS, es perder la vida eterna (v.39)

Dejar todo se trata de morir a nuestro yo y vivir escuchando la voz del ESPÍRITU SANTO día a día.

Como ven, no es complicado entender. Lo difíciles es poner en práctica estos versículos, vivir lo que entendemos en estos versículos.

Cuando DIOS instituyó el matrimonio (Génesis 2.24) nos dio la sabia instrucción de dejar a nuestros padres y formar una nueva familia. 

“Dejar a nuestros padres” lo debemos hacer en Espíritu, Alma y Cuerpo.

En Espíritu porque debemos dejar el propósito, los dones y las direcciones que DIOS le dio a nuestros padres y tomar nuevas revelaciones, nuevos propósitos, nuevos dones aunque estén relacionados con nuestros padres con las mismas actividades. DIOS tiene un plan único para cada persona y para cada matrimonio. En Alma es soltar emocionalmente a nuestros padres, no creer que vinimos al mundo para dedicarnos toda la vida a nuestros padres. Debemos sanar nuestro corazón y tener una relación de amor con ellos. Si cumplimos con la voluntad y el propósito de DIOS, ÉL mismo se encargará de nuestros padres. Podemos tener atadura con nuestros antepasados o con nuestros padres, ya sea por pecados de nuestros antepasados o por deseos y planes de nuestros padres para nuestra vida. Todo esto se corta en oración de la mano del ESPÍRITU SANTO. En Cuerpo es salirnos de la casa paterna donde la autoridad espiritual es Papá o Mamá y dependemos espiritualmente de ellos. Toda autoridad espiritual y física que queramos imponer (en oración, en liberación, educación a los hijos, etc.) será imposible en casa ajena. En nuestra cultura latina, esta separación cuesta un poco más pero es muy necesaria.

No podremos realizar la voluntad y el propósito de DIOS si estamos arraigados a nuestra familia o a alguna idolatría, vicio o pecado. Debemos dejar todo y estar atados a JESÚS y que nada ni nadie interfiera esta relación.

Así es el morir a nuestro yo, a nuestra vida planeada (por nosotros o nuestros padres), a una vida que pensamos nos traería paz y felicidad. Muchas personas se casan o siguen una profesión por conveniencia pero si no son guiados por DIOS solo siguen impulsos o corazones heridos que al final no terminan de la mejor manera.

Renunciar a nosotros puede llevarnos a un proceso largo. Pero si realmente queremos cumplir con estos versículos que habla JESÚS en Mateo 10.34-39 tenemos mucha ayuda en el ESPÍRITU SANTO, en JESÚS y en DIOS que nos estarán guiando, fortaleciendo, enderezando los caminos que debemos seguir.

DIOS no pide que hagamos cambios drásticos y que vivamos diferente a lo que somos. DIOS respetará nuestra personalidad y nos sugerirá cambiar todo lo que no nos conviene para cumplir con el o los propósitos para los que vinimos a esta tierra. 

Todos traemos dones y talentos para cumplir la voluntad y el propósito que nos asignó DIOS, pero mientras no entreguemos nuestro corazón, nuestra vida y le digamos a DIOS “heme aquí” no podremos desarrollarlos. 

Esta es la verdadera felicidad y éxito de nuestras vidas.

DIOS te dice hoy: 

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” (Jeremías 29.11)



Pedir Conforme A Su Voluntad

1 Juan 5.14–15 “14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.“

DIOS siempre nos oye pero este versículo se refiere a que si Pedimos Conforme A Su Voluntad, Él escucha con atención e interés, como tomando nota de nuestros deseos para cumplirlos luego.

Pero, ¿Como es Pedir Conforme A Su Voluntad?

Pablo escribiendo a los Filipenses declara, en Filipenses 3.3-7, que sirve en su espíritu y no confía en la carne, aunque tiene todos los atributos para confiar en la carne: circuncidado según la ley, hebreo con linaje puro de Israel, conocedor y obediente de la ley de Moisés sin defectos, celoso por la Iglesia. Pero todas estas cualidades y obras las desechó por JESÚS. 

Filipenses 3.8-9 “8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 

9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;”

Pablo no quiere la justicia terrenal por sus obras, quiere la justicia por creer en la Obra Redentora de JESÚS. 

Esta es la manera de Pedir Conforme A Su Voluntad.

No por nuestros deseos emocionales o mentales, no por nuestras necesidades o afanes, sino Pedir creyendo que al morir JESÚS por nosotros pagó el precio de todos nuestros pecados y deseos, y que por creer en el Sacrificio de JESÚS, DIOS nos concederá las peticiones de nuestro corazón.

Es por Fe, y la Fe es creer en lo que hizo JESÚS por nosotros al morir, resucitar y enviarnos al ESPÍRITU SANTO. 

Hebreos 11.1 “1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”

La Fe es la certeza de que esperamos estar, algún día, con JESÚS viviendo eternamente con Él en el cielo y la convicción de que JESÚS murió en el madero por nosotros aunque no lo vimos. 

Hebreos 11.6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

No podemos sin Fe acercarnos a DIOS y pedirle que nos conceda tal o cual deseo.

Romanos 8.32 “32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”

Si le buscamos con Fe (creyendo en la obra de JESÚS) porque queremos conocerle, creerle y entenderle (Isaías 43.10) podemos llegar a intimar con DIOS que es la razón primera de nuestra creación.

A DIOS le entristece cuando ve nuestro corazón más interesado en lo material, en las bendiciones y milagros que en el que hace los milagros.

DIOS dice: “Me piden solamente las bendiciones pero no les interesa conocerme”

Sin embargo todo, absolutamente todo depende de Él. Todo lo que tenemos y nos pasa depende de Él, y si decimos buscarle Él nos añadirá todo lo que necesitamos para vivir de la mejor manera aunque no seamos perfectos.

Mateo 6.33 “33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Jeremías 10.23 “23 Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.”

Desapego Familiar

JESÚS quiere sanar profundamente nuestra alma hasta ser una familia con Él así como Él es con DIOS Padre, ELOHIM de Israel.

Juan 17.21-22 “21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 

22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.”

Cuantos podemos sentir el amor de nuestro padre terrenal de esta manera. Y cuantos aunque, tengamos años de seguirle a DIOS, de ser Cristianos antiguos, podemos sentir el amor de DIOS Padre de esta manera que sentía JESÚS.

Esta en nuestra naturaleza humana el vivir arraigados a una familia que es el prototipo de como vamos a vivir en el cielo.

Si de niños no nos dieron amor, cariño, esperanza, estima, valoración, de grandes es natural que no demos ni esperaremos amor de nadie. No tenemos modelo. Por esto no podemos sentir, ni tan siquiera creer, en el amor de DIOS. Además lo reproducimos en nuestra vida diaria, en nuestro entorno, porque es lo que aprendimos, y es lo que llevamos en el alma, es lo que alberga nuestro corazón.

JESÚS pasó por todas las heridas físicas conocidas en la medicina y por todos los dolores del alma que alguna persona pudo pasar. Cada detalle de todo lo que Él pasó en la Cruz tiene un significado de restauración en nuestras vidas para nuestra vida terrenal y para nuestra vida espiritual, como por ejemplo: se hizo pobre para que seamos ricos (2 Corintios 8.9), llevó nuestras enfermedades, sufrió nuestros dolores, sufrió el castigo de nuestra paz y por sus llagas fuimos sanados (Isaías 53.4-5)

De igual modo pasó por esto:

Mateo 27.46 “46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”

JESÚS sintió el rechazo de su padre, el abandono, el desamor, el desapego de su familia, para restaurar a todos los que sufrimos falta de amor en nuestras familias.

Este despego o abandono familiar se da por diferentes motivos. Sean razonables o irremediables igual causan dolor en nuestra alma. 

Es muy importante que los niños reciban la seguridad y el amor familiar de niños para que puedan ser personas sanas que puedan amar y ser felices en la voluntad de DIOS.

Esta falta de arraigo familiar nos impide tener una relación familiar íntima con DIOS Padre.

Podemos orar, en el nombre de JESÚS, pidiendo perdón por todos los juicios y reclamos a DIOS por no tener familia, por todos los juicios y reclamos a nuestros padres por no tener una familiar unida, por no tener hermanos, por estar separados.

Gracias a JESÚS tenemos la oportunidad de restaurar los lazos familiares y sellarlos con amor para las para las futuras generaciones. Pero también trae bendiciones para nuestra generación e inclusive las anteriores si aún están con nosotros.

Demos gracias a DIOS por la familia que tenemos. Nuestros padres hicieron lo mejor que pudieron, con la sabiduría que ellos recibieron.

Isaías 53.3 “3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.”

Si JESÚS pasó por esta circunstancia debemos estar seguros de que es importante la unión familiar terrenal y la unión en familia con nuestro DIOS Padre. Es fundamental estar en íntima comunión con DIOS Padre para recibir dirección, sanidad, sabiduría, protección. Y todo con el amor de nuestro DIOS.

La Biblia nos da un plan general para nuestras vidas pero el plan particular, sobre nuestra pareja, familia, hijos, ministerio y dones, DIOS nos lo quiere decir personalmente a cada uno.

Salmo 63.8 “8 Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.”

Gracias JESÚS, bendito y alabado seas.

Israel Pueblo Profeta

Israel es un Pueblo creado desde sus inicios por JEHOVÁ partiendo de Abraham. Y este Pueblo fue creado para ser Profeta de las Naciones y testimonio de DIOS mismo por sobre otros propósitos.
Vemos cuál es la definición de un Profeta:

• El Diccionario Bíblico de Vila-Escuain de la editorial Clie dice que un Profeta es: (1) Aquel a quién DIOS reviste de autoridad para que comunique Su voluntad a los hombres y los instruya

• El DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) tiene dos acepciones: (1) m. y f. Persona que posee el don de profecía (f. Don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina las cosas distantes o futuras); (2) m. y f. Persona que, por señales o cálculos hechos previamente, conjetura y predice acontecimientos futuros.

Las características de los Profetas son las señales y el cumplimiento de las predicciones.

Deuteronomio 18.22 “22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.”

En estos versículos JEHOVÁ habla de la elección de los Profetas.

Etimológicamente, según el mismo diccionario Bíblico mencionado, Profeta quiere decir: (1) El que habla en lugar de otro o sea intérprete, heraldo; (2) Aquel que declara acontecimientos futuros.

Moisés fue un ejemplo de Profeta.

¿Por que JEHOVÁ necesitaba de Profetas para decirnos algo?

En un Principio no fue así, pero luego de que el hombre prefiera el pecado a JEHOVÁ éste se aleja. Su Santidad no le permite acercarse al pecador. Entonces debe santificar a una persona para poder relacionarse con ella, y a través de esta persona ya santificada, ya tratada, comunicarse con los demás.

Los Profetas han sido tratados por DIOS para luego cumplir su misión. Por esto mismo JEHOVÁ no podía acercarse a los pueblos, a las naciones, sino a través de un Profeta. Para esto fue creado Israel. Por este pueblo vino JESÚS. A través de este pueblo DIOS nos habló y no dió Los Mandamientos (La Ley) y todos los eventos futuros.

Israel como Profeta nos instruye porque gracias a este pueblo podemos conocer a DIOS. Conociendo la música, el idioma, la danza, los gustos, la vestimenta y hasta la manera de pensar de Israel podemos conocer a JEHOVÁ ya que JEHOVÁ dio a su hijo, su primogénito Israel, todo su amor y sus características. Como un Padre que pasa su genética a su hijo.

Éxodo 4.22 “22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.”

También debemos aprender del Profeta pueblo de Israel la relación de Padre e Hijo. De amor y fidelidad de padre a hijo, y la fidelidad de Israel, aunque con altibajos, a su padre ELOHIM.

Queremos conocer a ELOHÍM, conozcamos a Israel.

Hoy gracias a JESÚS tenemos al ESPÍRITU SANTO y podemos estar delante de ELOHÍM personalmente.

Hebreos 4.16 “16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

¡ELOHÍM bendiga a Israel, y que Su voluntad sea cumplida en esa tierra y derrame amor, consuelo y fortaleza al pueblo judío!

El Séptimo Día

JEHOVÁ es el creador los cielos, la tierra y el mar y todo lo que en ellos hay (Exodo 20.11)

Los tres primeros días (eras) creo la naturaleza. El cuarto día el sol y la luna (Génesis 1.3-19) Los días (eras) quinto y sexto JEHOVÁ creó a los animales y como punto culminante al hombre que es el alma de la creación y en quien JEHOVÁ sopló aliento de vida, el ESPÍRITU SANTO (Génesis 1.20-31, 2.7) El Séptimo Día (era) DIOS lo santificó y reposó (Génesis 2.1-3)

JEHOVÁ entregó Los Mandamientos a Moises en el Sinaí (Éxodo 20.1-17 y Deuteronomio 5.1-21) y uno de estos Mandamientos es guardar el Séptimo Día, el día de reposo, el Shabat como conocen los Judíos. 

Inclusive por pacto perpetuo como está escrito en La Biblia.

Éxodo 31.12–17 “12 Habló además Jehová a Moisés, diciendo:

13 Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo;porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

14 Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo.

15 Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá.

16 Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.

17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.”

JEHOVÁ quería estar seguro de que pasaríamos un tiempo con Él. Nos dio seis días de la semana para trabajar y un día par dedicarnos exclusivamente a Él. 

Además, JEHOVÁ ordenó muchas otras señales como recordatorios porque solo se valían de su mente y voluntad para acercarse a JEHOVÁ.

Deuteronomio 6.6–9 “6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 

7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 

8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 

9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”

Y también con el fin de rememorar Los Mandamientos, Preceptos y Estatutos.

Deuteronomio 22.12 “12 Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.”

Cuando el pecado original de Adán y Eva el ESPÍRITU SANTO se retira del corazón del hombre. Pero gracias al sacrificio de JESÚS regresa con nosotros para ayudarnos y recordarnos todas las cosas.

Cuando aceptamos a JESÚS como Señor y Salvador el ESPÍRITU SANTO viene a hacer morada en nosotros.

Efesios 1.13 “13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,”

1 Corintios 3.16 “16 No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”

Juan 14.17 “17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”

El ESPÍRITU SANTO nos recuerda todas las cosas de DIOS. Nos convence de pecado, nos llama a orar, intercede por nosotros, nos guía en lo que nos conviene.

Juan 16.8 “8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”

Juan 14.26 “26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Romanos 8.26 “26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 

Hoy no necesitamos de señales externas porque tenemos la comunión personal con DIOS a través del ESPÍRITU SANTO.

Pero lo más importante que nos dejó el sacrificio de JESÚS y la venida del ESPÍRITU SANTO es el acceso a tener una vida espiritual que había perdido Adán en el Edén.

Esta vida espiritual es estar en íntima comunión con DIOS las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, todo el año, toda la vida en la tierra.

Podemos entrar junto a Él directamente.

Hebreos 4.16 “16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

Este es el Séptimo Día espiritual y ya no necesitamos más el Séptimo Día físico.

Con el ESPÍRITU SANTO llevamos una vida espiritual, todo lo hacemos guiado por el ESPÍRITU SANTO, no somos guiados por nuestra mente o voluntad.

1 Corintios 2.14 “14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”

Antes las guerras eran físicas con repercusiones espirituales ahora las guerras son espirituales con repercusiones físicas.

Ya no necesitamos recordatorios físicos ni un día especial para estar con JEHOVÁ, tenemos las puertas abiertas para tener permanente comunión con Él.

Vivimos en reposo con DIOS todos los días a toda hora. 

¡Gracias mi Dios JESÚS, bendito y alabado seas!

No Hay Mérito Nuestro

Nada de lo que podamos hacer en este mundo merece que nos vanagloriémonos. Nada. Todo es obra de DIOS para honra y gloria de Ėl, no hay mérito nuestro.
Nuestro mundo terrenal está supeditado al mundo espiritual donde reina satanas y por encima DIOS, aprobando o no cada acción sobre toda la humanidad. Podemos negar la existencia de DIOS, o creer en Él y no seguir Sus caminos, pero en cualquiera de estas dos decisiones estaremos en manos de satanas, del diablo con sus mentiras y maquinaciones.

DIOS nos creó con el fin de compartir Su reino con todos nosotros y deberíamos aprovechar nuestro tiempo en Conocerle, Creerle y Entenderle para que nuestros caminos sean en paz y gozo, porque tarde o temprano vamos a presentarnos ante Él para rendir cuentas de todo lo que vivimos.

Isaías 43.10 “10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.”

Sin embargo perdemos mucho tiempo en hacer cosas que no nos benefician ni para la vida terrenal ni para nuestra vida futura con DIOS en el cielo, si es lo que anhelamos.

DIOS creó este mundo, y lo ordenó, para que vivamos un tiempo en el. Este tiempo de vida que DIOS nos regala lo debemos utilizar en pasar más tiempo con Él. 

Conocerle: Saber que es nuestro Padre Celestial, que nos ama y se preocupa de todo lo que hacemos. Que como Padre está pendiente de nuestros pasos, y se aflige y se goza con nosotros. Él está golpeando la puerta de nuestro corazón para entrar e intimar con nosotros, para tener una relación de Padre e hijo. Cuando le aceptamos a JESÚS como nuestro Señor y Salvador pasamos a ser hijos de DIOS, hermanos de JESÚS y herederos del Reino de DIOS con derecho a reinar y gobernar (Juan 1.12-13; 2 Timoteo 2.12)

Creerle: Que todo lo que está escrito en La Biblia es de parte de Él. La Biblia es un libro de amor para Su creación con el fin comprender el plan general para toda la humanidad, que es vivir eternamente con Él en el cielo (luego de cumplir nuestra misión en la tierra) El plan personal para cada uno DIOS mismo nos dirá una vez que tengamos una relación personal, íntima con Él. Este plan personal se trata de saber qué papel específico vamos a cumplir en la tierra, cuál es propósito en detalles que DIOS tiene para cada uno de nosotros.

Entenderle: Entender que DIOS es nuestro Padre amoroso, que nos tiene paciencia una y otra vez pero que también es nuestro Juez. DIOS puso reglas (Mandamientos, Decretos y Estatutos) que nos enseñan claramente como debemos conducirnos con Él y con nuestros semejantes.

Muchas personas se ufanan de que son buenos padres, excelentes profesionales, mejores esposos y sobre todo “buena gente”

Pero de todo esto, y aún de nuestros errores tiene DIOS el control. DIOS permite que vivamos más o que seamos llamados de esta tierra, permite que nos vaya bien o tengamos infortunios según Sus Propósitos.

Lo único que podemos es tomar decisiones. La decisión de seguirle, la decisión de conocerle más, la decisión de servirle, la decisión de ayudar a los demás, decisiones de que comer o que comprar o que carrera seguir. Y todas estas decisiones las tomará DIOS y según Su voluntad las aceptará o no.

Proverbios 16.33 “33 La suerte se echa en el regazo; Mas de Jehová es la decisión de ella.”

DIOS no interviene en nuestras vidas si no lo permitimos con una decisión.

Todo lo que hacemos tiene consecuencias, ya sean positivas o negativas, según seguimos, o tuvimos la intención de seguir las instrucciones que nos dejó JESÚS en La Biblia.

Pero aún todo esto depende de DIOS. Por eso es tan importante conocerle y entenderle. Seguramente muchas cosas no podremos entender, pero cuanto más le conocemos más vamos a creerle aceptando que sabe más que nosotros, y lo que tiene pensado para nosotros nos conviene.

¿Que hizo y hace DIOS por nosotros?

• Nos creó y nos dio vida (Génesis 1.27; Génesis 2.7)
• Nos dio autoridad en esta tierra (Génesis 1.28)
• Nos redimió (Génesis 3.15; Hebreos 9.28)
• Nos dió a su hijo JESÚS (Juan 3.16)
• Golpea la puerta de nuestro corazón (Apocalipsis 3.20)
• Tiene planes de bien (Jeremías 29.11)
• Nos tiene misericordia continuamente (Salmo 52.8; Lamenta iones 3.22-23; Efesios 2.4)
• Nos hizo familia con Él y con JESÚS (Juan.12; Romanos 8.14-17)
• Nos protege (Deuteronomio 31.6; Salmo 46.1; Hebreos 13.6)
• Usa nuestro errores para bien (Romanos 8.28)
• Permite adversidades con un propósito (Job 2.1-6; Job 42.5)
• Nos envió al ESPÍRITU SANTO para que viva en nosotros y nos ayude (Juan 14.26; Romanos 8.26)
• Nos alimenta y nos viste (Mateo 6.25-34)
• Nos envía hacia JESÚS (Juan 6.44)

Podemos amarle a DIOS si permitimos que Él sane nuestro corazón. No podemos amar con un corazón con juicios, falta de perdón, rechazos, abusos, etc. que resultan de estar en este mundo sin Él. No podemos amar a DIOS si ni siquiera le conocemos. 

Pero es solo una decisión para dejar en las manos de JESÚS y del ESPÍRITU SANTO que cambien nuestra vida para estar en bendición, en gozo, en prosperidad, en familia.

¡Gracias JESÚS, gracias ESPÍRITU SANTO, benditos sean!

Sentimientos De Mi Familia

¿Puedes describir que Sentimientos te produce recordar a Tu Familia? Aquella Familia donde te criaste, donde te educaste, donde pasaste la niñez y la adolescencia.
Todo queda en el Alma, muchos eventos en el consciente y otros en el subconsciente. Nuestra Alma esta llena de herencias y acontecimientos que nos sucedieron desde el vientre materno hasta los 12 o 13 años. Luego vivimos lo que recibimos en ese tiempo.
3 Juan 2 “2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.“
DIOS quiere que prosperemos en todo: en amor, en salud, en familia, en gozo, en crecimiento espiritual, en finanzas. Pero muchos no podemos porque nuestra Alma está cargada con los Decretos de Nuestros Padres (leer “Decretos Que Dañan” en este blog) y lo que vimos de nuestra niñez. Y, en general, son una carga muy pesada. Muchos estamos con el Alma dolida y herida de lo que vimos y vivimos con nuestros Padres.
Dice el primer y más importante Mandamiento:
Marcos 12.30 “30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.”
Si no sanamos nuestra Alma no podemos amar a DIOS como dice el primer Mandamiento de amar con todo nuestro corazón, con toda nuestra Alma. Y menos aún poder cumplir el segundo Mandamiento como nos manda JESÚS.
Marcos 12.31 “31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.”
No podemos a amar a DIOS con toda nuestra Alma ni a los demás porque nuestra Alma esta tan cargada que ya el ESPÍRITU SANTO no tiene lugar.
Personalmente, yo tuve el entendimiento delante de DIOS, de que al pensar en Mi Familia me trajo Sentimientos de Temor (de mi Papá) y de Juicios que es lo que escuchaba de ellos (Papá y Mamá).
Yo le tenia miedo a mi Papá porque gritaba y hablaba palabras muy fuertes. Y además, yo también juzgaba a los demás muy duramente porque es lo que viví de niño.
En la medida que nuestra Alma va quitando todo lo que está programado, que nos causa dolor, de lo que pasamos con nuestras Familia vamos a poder prosperar.
Ya lo decía claramente JESÚS.
Juan 5.30 “30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.”
Nosotros también juzgábamos según lo que vimos hacer, hablar y juzgar a nuestros padres.
El Rey Ezquías hizo lo que vió. 
2º Reyes 18.3 “3 Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre.”
Lo que le vemos hacer a nuestros padres eso mismo hacemos. Todo lo que vimos hacer y los Decretos de Nuestros Padres se convierten en prioridades de vivencia en nosotros.
Demos gracias a JESÚS porque El pagó el precio para que seamos libres.
Por eso tenemos que quitar toda carga de nuestra alma de todo lo que vimos, y poner a JESUS en su lugar.
Liberarnos de todo lo que nos acordamos que nos causa Sentimientos de dolor, de rechazo, de temor, de resentimiento, y pedirle al ESPÍRITU SANTO que nos muestre lo que no recordemos. 
Es tan importante poder limpiar nuestro interior y no endurecer el corazón. 
Efesios 4.17–19 “17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.“
La definición de “Entenebrecido” es oscuro, lleno de tinieblas.
Cuando entregamos nuestra vida a JESÚS nos hacemos Familia de DIOS. 
Efesios 2.19 “19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,“
Y así poder imitar a nuestro Padre Celestial.
3 Juan 11 “11 Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.”
¿Como orar por estos Sentimientos que son una carga y nos oprimen?

(1) Pedir al ESPÍRITU SANTO que nos muestre y nos guíe en oración.

(2) Entregar el peso de todo lo que está en nuestra alma a JESÚS.

(3) Pedir perdón por todo lo que hicimos no conforme a Sus Mandamientos.

(4) Pedir perdón por todo juicio a nuestros Padres por lo que vimos hacer incorrectamente, y hoy lo entendemos.

(5) Pedir perdón si dañamos a otras personas.

(6) Entregar a JESÚS todo mal sentimiento que nos produce escuchar la palabra Familia.
JESÚS nos quiere dar descanso en el Alma.
Mateo 11.28-29 “28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;”
Así como esta escrito en este versículo 29 JESÚS quiere darnos descanso en el Alma porque las pesadas cargas que nos angustian están en el Alma, pero solamente cuando liberemos nuestra Alma JESÚS (a través del ESPÍRITU SANTO) podrá entrar e intimar con nosotros.
Es muy importante poder hablar con alguna persona de confianza, que no va a juzgarnos, de todos estos Sentimientos que nos agobian, traer luz al corazón. Y “habrá sanidad” dice en Santiago 5.16.
JESÚS nos probará para saber si podemos amar con toda nuestra alma, para saber si creemos lo que El dice de que somos Reyes y Sacerdotes (1 Pedro 2.9)
Deuteronomio 13:3 “3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.“
Oramos, a DIOS Padre, para que puedan recibir Revelación, Sabiduría y Entendimiento del cielo que liberen sus Almas en este día. Gracias mi DIOS y Señor, bendito seas.