Revelaciones, discernimientos y enseñanzas del Dios Padre, de Jesús y del Espíritu Santo
lunes, 22 de junio de 2020
Nuestra Viga
jueves, 11 de junio de 2020
Prosperar
Prosperar
El diccionario DRAE tiene tres acepciones de la Prosperidad: (1). f.Condición de Próspero (éxito económico); (2). f. Curso favorable de las cosas; (3). f. Buena suerte o éxito en lo que se emprende, sucede u ocurre.
Y así, en todas las áreas de nuestra vida, nos quiere Prosperar DIOS.
3 Juan 2 “2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
A DIOS le interesa que estemos preparados para cumplir el o los propósitos para los cuáles fuimos creados. El propósito principal es la vida eterna con Él en el cielo. Todo lo que pasamos mientras estemos en la tierra es preparación, proceso, camino.
Todos queremos vivir en paz, sin conflictos y Prósperos económicamente. Pero ¿Quien Prospera? ¿Que debemos hacer para vivir en Prosperidad económica?
Primero y lo más importante es buscar, en intimidad, la voluntad de DIOS para nuestras vidas porque, si bien DIOS quiere que seamos Prosperados no todos seremos millonarios. Viviremos según nuestro corazón y según nuestros objetivos que es precisamente hacia dónde nos lleva DIOS, aunque muchas veces no lo entendamos.
Vivimos por Fe y no por vista (2 Corintios 5.7) No podemos ser Pastores en un país como el nuestro (mi querido Paraguay) y manejar un Ferrari porque hay pobreza y necesidad de mucha gente. Podemos ser muy Prosperados económicamente como servidores de DIOS pero debemos tener sensibilidad, misericordia y coherencia si queremos ser testimonio de vida de JESÚS así como esta en:
Proverbios 11.25 “25 El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado”
Segundo debemos ver y limpiar nuestro corazón.
Deuteronomio 10.12–13 “12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?”
Si tomamos la decisión de seguir los caminos y guardar Los Mandamientos de JEHOVÁ viene la ayuda del ESPÍRITU SANTO.
En Romanos 3.10-12 dicen Las Escrituras que todos somos pecadores, pero si entregamos nuestro corazón a JESÚS Él se ocupa de llevarnos por los caminos de Prosperidad que tiene para cada uno. Parte de limpiar nuestro corazón es confesar nuestros pecados que el ESPÍRITU SANTO nos muestra (“Perdón Y Confesión” en escrito aparte)
Proverbios 28.13 “13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.”
En Mateo 19.16-24 JESÚS habla con un joven que prefiere ser rico y no entregar su corazón. Este joven ya entregó su corazón a otro dios y no quiso la vida eterna con JESÚS.
¿Dónde está nuestro corazón?
Muchas veces cuando tenemos necesidades tenemos envidia. A mi me pasó.
Salmo 73.3 “3 Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.”
Confesé y pedí perdón.
En Salmos 37.7-9 nos damos cuenta donde terminan los que no siguen a JESÚS.
La Prosperidad no es un reflejo de santidad, ni de un corazón limpio, ni que estamos exentos de problemas, dificultades o pruebas, no es una meta, sino una manera de vivir dentro de un proceso.
Salmo 30.6-7 “6 En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido,
7 Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado.”
David creyó que por ser rey y Próspero ya estaba viviendo en el cielo, inmune a problemas. Sin embargo, como rey Próspero, se enfermó y tuvo que clamar y orar a JEHOVÁ por sanidad.
JEHOVÁ muchas veces esconde su rostro para probar nuestras reacciones.
¿Seguimos alabando y confiando a pesar de dificultades o solo en tiempos de Prosperidad y paz?
Como parte de seguir Los Mandamientos y Los Estatutos en Malaquías 3.8-12 DIOS nos manda traer los Diezmos y Ofrendas a Su casa. Esto nos traerá bendiciones (espirituales y terrenales) y podremos probarle a DIOS de que cumplirá (únicos versículos en en toda La Biblia en que DIOS nos desafía a probarle)
Pero, además de Las Bendiciones, lo más valioso de cumplir este Mandamiento es que DIOS va a proteger nuestras finanzas en el versículo 11.
Malaquías 3.11 “11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.”
Pero no deberíamos preocuparnos por la Prosperidad terrenal. Todo lo que necesitamos para vivir espléndidamente (Mateo 6.25-32), DIOS nos entregará si primero le buscamos a Él.
Mateo 6.33 “33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
- No tratar con amor, respeto y honor a nuestras esposas. La mujer es la bendición del varón.
Salmo 128.3 “3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;”Cuando el varón vive, de todo corazón, amando y honrando a su esposa, da un gigante y seguro paso a la Bendición Financiera. Sin reclamar, solo hacer lo que nos manda ELOHIM y bendecir a nuestras esposas.1 Pedro 3.7 “7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”En Génesis 12.10-20 se relata cuando Abraham fue a Egipto porque había hambre en la tierra. Recién en ese momento se dio cuenta de lo hermosa que era su esposa Sara. DIOS le dio riquezas al día siguiente por “causa de ella” dice La Biblia.No digo que solamente los casados son Prosperados, sino que en mi experiencia (y de muchas parejas que ministramos) dentro de plan de DIOS para las familias, el ser uno con nuestras esposas es fundamental.
- DIOS no prospera a los que critican y murmuran contra los demás (Santiago 4.11-12, 5-9) Y toda crítica que hacemos se convierte automáticamente en juicio a DIOS.
¡Gracias JESÚS por todo lo que pasaste para que tengamos Prosperidad, bendito seas!
miércoles, 3 de junio de 2020
Confesión Y Perdón
miércoles, 20 de mayo de 2020
Reconciliación
domingo, 17 de mayo de 2020
Pozos
martes, 28 de abril de 2020
Rebeldía
Este escrito se trata de una parte de mi vida, de mi testimonio personal.
Desde que me entregue a JESÚS (hace 23 años en mayo de 1998), y hasta ahora, muchas horas de oración fueron dedicadas a sanar mi corazón, a limpiar mi alma de todo lo que no es de DIOS. Siempre guiado por el ESPÍRITU SANTO tarde años en sanar mi corazón de los juicios que tenía hacia mis Padres. Y mucho más hacia mi Papá. Es bueno tener presente que DIOS no sana de una sola vez todas las heridas que arrastramos sino en un proceso, en varias etapas.
En escritos anteriores expusimos que nuestra relación con nuestro Papá terrenal se refleja en nuestra relación con nuestro Papá Celestial, con DIOS mismo.
Mi Papá era muy riguroso, estricto, duro en su trato y en sus palabras. Yo le tenia miedo.
Le pregunté a DIOS porque era así mi Papá y me hizo investigar como fue criado. Mi abuelo paterno era militar, mi Papá fue criado así, como militar. Nada de amor, nada de aliento, pocas palabras y muchas ordenes que cumplir. Mi Papá hizo conmigo como él sabía.
Pero yo desde adolescente me rebelé, fui muy desobediente, lo que me trajo muchos problemas y me alejó de tener bendiciones. Con mi rebeldía venía un juicio hacia Papá porque “yo sabía mejor que él” en todos los temas.
Primer Mandamiento de DIOS con promesa dice:
Éxodo 20.12 “12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.”
Tengo 63 años y recién, en este tiempo, me estoy sanando de la rebeldía.
El ESPÍRITU SANTO me fue mostrando como en un vídeo todas las veces que fui rebelde y desobediente con mi Papá. En cada una de estos recuerdos yo oraba así: (1) reconocer y hacerme responsable; (2) pedir perdón a DIOS por juzgar; (3) pedir perdón a Papá en oración; (4) declarar inocente a Papá del juicio de mi corazón; (5) liberar a Papá de las ataduras en mi corazón; (6) bendecir a Papá.
Esta rebeldía con mi Papá terrenal también la tenía con DIOS Padre. Les cuento dos ejemplos.
El ESPÍRITU SANTO me lleva a un proyecto de trabajo con otra persona. Trabajamos mucho pero no salió. Le reclamé a DIOS y me dice que no oré lo correcto conforme a Su Voluntad. Mi respuesta fue una queja: “Pero yo no sabía”
Me casé joven y me fue mal, no estuve 3 Años casado y me divorcié. El ESPÍRITU SANTO me dice que no era la voluntad de DIOS ese casamiento, que me dio señales. Mi respuesta otra queja: “Pero yo no te entendí”
Como estos dos ejemplos tengo muchos otros que solo demuestran mi rebeldía contra DIOS, siempre reaccionando con reclamos y quejas.
Cuando todo lo que hacemos es para llamar la atención estamos en Rebeldía. Queremos llamar la atención de DIOS haciendo todo lo contrario a Sus Mandamientos.
Pero ahora que me sané de la rebeldía con mi Papá me quedo claro mi trato con DIOS Padre.
Oré a DIOS Padre y le dije: “Hoy te pido perdón mi DIOS y Señor, reconozco que siempre fui rebelde, gracias por soportarme. Pero hoy cambió mi actitud y en todo lo que vos me respondas yo veo una oportunidad conocerte más, de poder intimar contigo. Si vos me decís “No oraste lo correcto” yo te digo “Perdón. Te pido me enseñes a orar correctamente, dame sabiduría para orar”. Si vos me decís “Te di señales que no viste” yo te digo “Perdón. Te ruego me enseñes a ver tus señales, quiero aprender”
Estoy seguro que DIOS tiene más sabiduría en todas las cosas, (me lo demostró varias veces) y todo se hará según Su Voluntad, Su Manera, Su Tiempo, Su ritmo. Hoy yo me entrego a Ėl, mansamente, y me dejo guiar por los caminos que tiene para mí, con todos mi errores, pero confiando en Su amor y Su misericordia.
Nuestros Padres terrenales pudieron traernos desilusiones, desesperanzas y amarguras, pero tenemos un Padre Celestial que nos ama como somos, nos valora, y quiere sanarnos y bendecirnos en todas las áreas de nuestras vidas.
Jeremías 33.6 “6 He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.”
¡Gracias mi DIOS y Señor, bendito y alabado seas!
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