4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?”
Es mas fácil mirar lo que hacen los demás que vernos a nosotros mismos. Tenemos opción de decidir ver la paja en la otra persona o la Viga en nuestro ojo.
Los valientes que arrebatan son los que miran la Viga en sus ojos, los que miran en su interior y se atreven a limpiarse para que entre el Reino de JESÚS y permanezca.
Siempre vemos lo que hacen los demás según nuestro punto de vista, en base a nuestras vivencias y a las experiencias que nos marcaron.
Que sanador es que podamos aceptar a los demás como son y tratar de entender sus puntos de vista y no juzgar sus comportamientos.
Somos diferentes. DIOS nos bendijo con diversos dones y talentos, con diferentes maneras de sentir, de pensar y razonar.
Muchas veces escuchamos relatos, o simplemente palabras, que nos hieren, que nos ofenden pero sin que las personas tengan mala intención. En este caso, deberíamos reaccionar como DIOS espera, mansamente y sin juicio, porque no sabemos de las intenciones del corazón de los demás.
Santiago 1.22–25 “22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”
No somos hacedores de La Palabra si nos examinamos a nosotros únicamente en un espejo (nos vemos y nos olvidamos) en lugar de vivir la ley de la libertad con la cual debemos ver a nuestro prójimo y aceptarle como es, de diferente pensamiento, raza, color, cultura, idioma, educación, etc.
Conforme a lo que hay en nuestro corazón es como interpretamos y reaccionamos con todo a nuestro alrededor. Cualquier acción de nuestro prójimo podemos malinterpretar y juzgar, y más aun, condenar.
Es tan importante entender esto para todos los que somos padres. Transmitir a nuestros hijos que ellos entiendan que como padres vamos a estar siempre, incondicionalmente, a pesar de sus equivocaciones (de los hijos) y les vamos a amar pase lo que pase. Es muy doloroso que un hijo escuche una crítica de su padre que solo ve la paja en el ojo ajeno y que está paja es un reflejo de sus propias acciones.
Es nuestra decisión ver la Viga en nuestro ojo y dejar de ver la paja en los otros. Ver nuestras intenciones y no la de los demás. Dejemos de creer que los demás deben comportarse como nosotros queremos o como nosotros pensamos.
2 Corintios 3.18 “18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
Podemos buscarle a DIOS a cara descubierta, quitándonos toda careta, todo velo, y así veremos la Gloria de DIOS. DIOS se refleja tal cual es, somos nosotros los que debemos cambiar, ser transformados, para estar en la misma imagen como por el ESPÍRITU SANTO. Toda careta o velo es con lo que queremos tapar (y no mostrar), lo que nos duele de algo que nos hicieron, o queremos ocultar nuestras malas intenciones (odio, venganza, resentimiento, envidia, etc.) Pero a DIOS nada le es oculto. Y si queremos estar con El, el camino correcto es sincerarnos de todo lo que hay en nuestro corazón con la ayuda del ESPÍRITU SANTO. Este proceso es lo que nos lleva de gloria en gloria hasta ver la gloria de DIOS.
2 Corintios 4.1–2 “1 Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.
2 Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.”
Estar en la presencia de DIOS a cara descubierta, abriendo nuestra alma, renunciando a lo oculto y vergonzoso, y pidiendo que nos muestre lo profundo de nuestros problemas, de nuestras heridas es lo que nos limpia y nos lleva a la manifestación de la verdad de nosotros mismos tal como, y para que, fuimos creados. No con astucias humanas como queriendo manipular y conseguir favores de ELOHIM.
Nuestro prójimo no es responsable de lo que nos pasa. Cuando nos sanemos y estemos a cuenta con ELOHIM automáticamente el proceder de los demás con nosotros cambiará. Todo lo que está en el subconsciente escondido es lo que vivimos, tarde o temprano, y los detonadores son todas las acciones que nos perturban diariamente y no queremos reconocer. La clave es preguntar al ESPÍRITU SANTO por qué tal acción o palabra me molesta, y luego, confesar y perdonar. Mientras no estemos sanos no podemos tener empatía con los demás. Empatía es ubicarse en el lugar de alguien en una situación determinada, tratar de sincronizarse emocional y racionalmente.
ELOHIM nos hace vivir situaciones (solos o con personas) para que veamos Nuestra Viga.
1 Corintios 13.9–12 “9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.”
Cuando venga lo perfecto, cuando el ESPÍRITU SANTO nos revele lo oculto de nuestra alma, y podamos confesar y perdonar, entonces estamos madurando como personas y conoceremos como fuimos creados por ELOHIM.
Y así vamos a poder ser hacedores de La Palabra y bienaventurados en todo lo que hacemos. Vamos a poder amar sin esperar nada a cambio. Vamos a poder vivir en la perfecta voluntad de DIOS sin depender de los demás o de las circunstancias.
DIOS te dice hoy: “Es tiempo que abras tu corazón y me digas todo lo que te duele. Basta de decirme lo que vos crees que me gusta, de recitarme poesías. Te quiero transformar para vivir de gloria en gloria conmigo”
Gracias DIOS nuestro, bendito y alabado seas.
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