2 Corintios 10.1–5 “1 Yo Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo, yo que estando presente ciertamente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros;
2 ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que usar de aquella osadía con que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que nos tienen como si anduviésemos según la carne.
3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,”
Pablo reconoce que todos somos humanos, que él mismo esta sujeto a la fragilidad que tenemos en este mundo, en nuestra carne, que estamos expuestos a necesidades, limitaciones, tentaciones, y aflicciones, pero aun así él no reacciona en la carne.
En estos versículos Pablo habla a los Corintios reconociendo la fragilidad humana viviendo en este mundo. Que todos tenemos necesidades, afanes, aflicciones pero que militamos en el Espíritu no en la carne. Y nuestras armas espirituales son poderosas para destruir fortalezas.
Las fortalezas son estructuras mentales (con razonamiento y lógica propias pero incorrectas) que nos insertó satanas cuando le abrimos puertas en nuestro corazón. Por medio de estas fortalezas estamos esclavizados, atados a una manera de pensar, y por lo tanto de actuar, que no son de DIOS.
Efesios 6.12 “12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
Es crucial entender que las Promesas que DIOS nos da en las Escrituras son las verdaderas armas espirituales que debemos usar para derribar toda fortaleza y deshacer todo argumento que se levanta en contra del conocimiento de DIOS.
Las Promesas de DIOS reveladas a cada uno, a través del ESPÍRITU SANTO, tienen el poder de echar por tierra todos los argumentos, y hacer prisionero todo pensamiento a la obediencia a CRISTO (2 Corintios 10.5)
En Mateo 4.1-11 está escrito como JESÚS fue llevado al desierto por el ESPÍRITU SANTO para ser tentado. JESÚS reprendió a satanas con Promesas en la Palabra. El dijo “escrito está” (v. 4, 7 y 11) Y de esta manera debemos derribar toda mentira que quieren implantarnos.
En mi lucha personal contra el pecado DIOS me da una promesa que está en Romanos 6.14. Y repetía, creyendo, que “el pecado no se va a enseñorear de mi”
El ESPÍRITU SANTO, nuestro especial Ayudador, está con nosotros para recordarnos y guiarnos en oración con las Promesas que ya son nuestras por la Palabra de DIOS.
DIOS cumple Sus Promesas siempre. A Su manera y en Su tiempo (Deuteronomio7.9)
Nos unimos fuertemente a DIOS a través de Sus Promesas. Todo el Evangelio es una Promesa de DIOS hecha luego del pecado original (Génesis 3.15, Gálatas 4.28)
Con toda confianza podemos pedirle al ESPÍRITU SANTO que nos dé una Promesa de la Palabra cuando oremos. Y con mas razón cuando estamos en una prueba, ante un conflicto, con un problema.
Orar con una Promesa es el inicio de la solución ante cualquier conflicto.
¡Gracias ESPÍRITU SANTO, bendito y alabado seas!