Jeremías 17.9–10 “9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.”
Hechos de los Apóstoles 14.22 “22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”
DIOS siempre nos prepara para vivir un tiempo en un escenario donde podamos crecer espiritualmente y vivir experiencias que nos acerquen a Él para cumplir los propósitos que El determinó para cada uno.Todos tenemos propósitos que según nuestro crecimiento vamos cumpliendo.
Muchos escenarios son tribulaciones muy difíciles de superar pero son pruebas para obtener un desarrollo espiritual y vivencias en el alma, que nos marcan y maduran, para que a la vez podamos transmitir, enseñar. Las teorías de la vida no se pueden enseñar solo lo que vivimos profunda e intensamente.
De acuerdo al propósito será la prueba. Para objetivos mayores, experiencias más duras.
El tiempo de prueba nos debería encontrar preparados para pasar la prueba. Podemos reprobar si no estamos preparados.
No hay aflicción que no podamos superar si le tenemos a JESÚS en nuestro corazón.
2 Corintios 1.5 “5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.”
Pero tenerle a JESÚS en nuestro corazón es una responsabilidad, un compromiso de que aceptamos Sus Mandamientos, Decretos y Estatutos para ponerlos por obra y vivir de acuerdo a ellos. No se trata de solo recitar que le tenemos a CRISTO con nosotros, o de aceptar solo algunos Mandamientos porque no entendemos o no estamos de acuerdo. O podemos cumplir los primeros años con mucho entusiasmo pero decaemos, y en lugar de crecer nos estancamos o renunciamos.
Job 1.1 “1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.”
Job tuvo dura prueba al perder a su familia y todos sus bienes, y enfermar en todo su cuerpo. No fue fácil el tiempo de prueba de Job. Pero él estaba preparado. Era perfecto, recto, temeroso de DIOS y alejado del mal.
Podemos pasar toda tribulación, toda aflicción si estamos preparados correctamente. Apartados del mal, obedeciendo los mandamientos, estar a cuentas con DIOS, dejar todo por JESÚS y darle el primer lugar.
Isaías 1.18 “18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”
Luego de su prueba Job dio un salto gigantesco en su relación con DIOS porque de solo conocerle por relatos o libros ahora ya tenía íntima comunión.
Job 42.5 “5 De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.”
No sabemos la fecha ni que prueba nos tocará, pero en todo momento debemos prepararnos porque las pruebas si o si vendrán, más tarde o mas temprano.
Gracias a JESÚS tenemos un ayudador que nos guía y alienta a estar preparados siempre. Pidamos que el ESPÍRITU SANTO nos revele todo lo que debemos quitar de nuestro corazón que no sea de DIOS.
Juan 16.7–8 “7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”