En el capítulo 22 Isaías habla del juicio de JEHOVÁ sobre Jerusalén, y a pesar de llamar al arrepentimiento, el pueblo está de fiesta comiendo y bebiendo (v.12-13)
El administrador del palacio Sebna es degradado y Jehová nombra a Eliaquim (DIOS establecerá) como reemplazante con plena autoridad para gobernar sobre la Casa de David (v.22)
Desde la creación DIOS le dio al hombre Autoridad Terrenal y Espiritual (Génesis 1.27-28, 2.7) Con el pecado original el hombre pierde la Autoridad Espiritual (no así la Terrenal) ya que el ESPÍRITU SANTO se aleja. Pero gracias a JESÚS recuperamos esta Autoridad Espiritual con el ESPÍRITU SANTO que mora en nosotros (Juan 14.23)
Tenemos Autoridad Espiritual dada por DIOS a través del ESPÍRITU SANTO.
Mateo 16.17-19 “17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”
JESÚS nos enseña que por la revelación (v.17) del ESPÍRITU SANTO todo el pueblo de DIOS (v.18) tendrá Autoridad Espiritual para atar y desatar en los cielos (v.19)
Solamente con el ESPÍRITU SANTO y Su revelación podemos vencer las batallas espirituales y vivir en bendición.
No debemos orar en contra de las personas, ni atarlas, ni desatarlas, sino sanar nuestro corazón, perdonar, liberar y bendecir.
Cuando tenemos un corazón sano podemos escuchar la voz del ESPÍRITU SANTO más claramente para orar y reprender con Autoridad.
Si estamos a cuentas con DIOS (Isaías 1.18) entonces debemos orar por las bendiciones que no estamos recibiendo. Podemos recordarle a DIOS que no nos llegan las bendiciones y preguntarle porque.
¡Gracias mi DIOS y Señor, bendito seas!