jueves, 26 de noviembre de 2020

Decretos Que Dañan

Daniel 7.18 y 27 “18 Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre. 

27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.” 

Fuimos llamados, y somos entrenados, para reinar con autoridad eternamente. DIOS prepara a su pueblo, sus hijos, que van a gobernar. Ese pueblo se compone de todos los que creen en JESÚS. 

Y así como estas Promesas, como este Decreto establecido por DIOS, podemos leer en La Biblia varias Promesas de Bendición (para acá en la tierra y para el cielo) que DIOS nos entrega con solo creer.

El nuevo Pacto (Hebreos 10.15-25), establecido por DIOS y confirmado por la sangre de JESÚS, habla de Nuevas Promesas y específicamente en el versículo 16 dice: 

Hebreos 10.16 “16 Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,” 

Muchas personas al entregar su vida a JESÚS reciben inmediatamente, en su corazón y en su mente, todas las Bendiciones escritas en La Biblia, que son Decretos de DIOS, y viven una vida diferente.

Pero un gran número de personas (me incluyo) aunque entienden en su mente no pueden recibir en su corazón y no pueden transformar su vida completamente. Podemos tratar de cumplir, con todas nuestras fuerzas, todo lo establecido en La Biblia para ser bendecidos y prosperados pero no podemos avanzar. Hay un bloqueo en el alma que no nos permite crecer, desarrollarnos, cumplir nuestros sueños plenamente.

3 Juan 2 “2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” 

Nuestra alma debe prosperar para que tener una vida completa, feliz, llena de bienaventuranzas.

Los Decretos, Estatutos y Mandamientos de DIOS están en nuestra mente pero bloqueados por los decretos errados de nuestros padres. Nuestros padres han Decretado sobre nuestras vidas fuera de la voluntad de DIOS porque ellos no siguieron los Mandamientos y Estatutos declarados en La Biblia.

Testimonio 1, Mujer: Cuando joven tuve que salir a trabajar como hija mayor, mis hermanos eran niños y mi papá enfermo en cama. Me impusieron la responsabilidad que sería yo la que debía trabajar para proveer a mi casa de sus necesidades: comida, salud, vestimenta y estudio. Pero ese Decreto siguió hasta ahora que soy mayor y ya casada. Mis ingresos no me pertenecen como antes. Esto me fue revelado por el ESPÍRITU SANTO para que anule esta obligación establecida por mis padres y pueda vivir según los Mandamientos de DIOS en mi corazón.

Testimonio 2, Varón: Mi madre fue abandonada por su papá (mi abuelo) por lo que tenia un dolor muy grande en contra de los hombres. Por esto no se entendió con mi papá (su esposo) y Decretó sobre sus hijos varones que seríamos mantenidos por nuestras esposas, que no podríamos ser proveedores de nuestras familias por ser varones inútiles. Y así nos fue, tanto a mi como a mis hermanos. En todos los casos nuestras esposas siempre ganaban mejor que nosotros en sus trabajos y se cumplió lo de no ser proveedores de nuestras familias.

Testimonio 3, Varón: Ahora entiendo que yo vivía de la manera que vive mi familia. Y aunque yo no estaba de acuerdo no podía cambiar por más que quería. Todo lo que molestaba de mi familia yo lo hacía igual a ellos. Soy todo lo que mis padres dijeron sobre mí. 

La palabra que hablamos tiene el poder de cumplirse. Tanto las palabras de bendición como las de maldición. Las palabras que los padres hablan tienen gran poder por la autoridad dada sobre los hijos. Nosotros como padres podemos dar vida o muerte con las Palabras que le declaramos a nuestros hijos. 

Proverbios 18.21 “21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” 

Mateo 12.34 “34 Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.”

Mateo 12.36-37 “36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 

37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”

Podemos cancelar, anular todas las maldiciones pasadas creyendo en la obra redentora de JESÚS.

JESÚS ya pagó y nos liberó por todos nuestros pecados pero seguimos dando ofrenda a los espíritus que nos atormentan por las Palabras de nuestros padres.

Para que la Palabra implantada por DIOS florezca, debemos abolir, invalidar con la sangre de JESÚS los Decretos incorrectos de nuestros padres. 

Lo que hacemos, al orar así, es borrar el “historial” de nuestra mente y nos reiniciamos con las bendiciones que DIOS planeó para cada uno. Dejamos de vivir la vida que nuestros padres planearon incorrectamente para nosotros.

No le honramos a DIOS cuando nos comportamos según los Decretos erróneos de nuestros padres.

¿Y porque nuestros padres hablan Palabras de Maldición sobre los hijos?

Números 14.18“18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.”

Éxodo 20.5 “5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,” 

Si nuestros antepasados (padres, abuelos) estuvieron separados de DIOS, lejos de cumplir Los Mandamientos, Decretos y Estatutos establecidos en La Biblia nosotros heredamos su maldad, sus errores. 

Si nuestros padres no supieron bendecirnos, ni darnos cariño, ni palabras de aliento es porque ellos tampoco recibieron. 

Pero gracias a JESÚS podemos cancelar toda la maldad de nuestros padres y bendecirlos. Además, así se cortan las maldiciones para que no pasen a las siguientes generaciones.

Un ejemplo en La Biblia lo tenemos en David. El profeta Samuel fue enviado por JEHOVÁ para ungir al nuevo rey que reemplazaría a Saúl. Este nuevo rey sería hijo de Isaí.

1º Samuel 16.10–11

“10 E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos. 

11 Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.”

Isaí menospreció a su hijo David y no le trajo con los otros. Además decreta que es solo un pastor de ovejas. Sin embargo JEHOVÁ ya había Decretado que David sea rey de Israel. Y así fue.

Patrones de comportamiento del enemigo ensucian los caminos de DIOS.

Debemos orar y pedir revelación al ESPÍRITU SANTO sobre que patrón estoy obedeciendo y no a DIOS.

Debemos tener siempre presente este versículo:

Proverbios 26.2 “2 Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa.”

¡Le damos gracias a DIOS que se ocupa de todos nosotros con amor y paciencia, bendito sea Él!


Valoración Y Confianza

Muchos de nosotros venimos de hogares disfuncionales donde nuestros padres hicieron lo mejor que sabían para educarnos pero, en general, no recibimos testimonios, ni palabras de valoración para crearnos esperanza, confianza y seguridad de grandes. Mucho quedamos atrapados en la timidez, en la inseguridad, en los temores ante cualquier circunstancia. 

Las muestras de amor, las palabras de respeto y valoración que los padres dan a los hijos, desde el vientre de la madre, son la herencia más rica que se pueda recibir, son pilares del desarrollo del alma y la mente saludables de las personas, en cualquier cultura. 

En Números 13.33 vemos cómo los varones enviados por Moisés para reconocer la Tierra Prometida se sintieron temerosos e incompetentes (menos Caleb y Josué) Cuando vieron a los gigantes se vieron como langostas, se intimidaron. Esto trajo una rebelión en contra de JEHOVÁ.

Y así nos pasa hasta ahora. Si no sanamos completamente esta área de nuestro corazón nos afectará en nuestra relación con DIOS de la misma manera.

El sacrificio de JESÚS fue también para que podamos restaurar nuestro corazón de toda herida que nos fue causada. JESÚS pasó por todo padecimiento físico o emocional existente para restaurarnos con autoridad.

Y hoy nos dice en 

Isaías 41.13 “13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.”

Pero mientras no sanemos nuestro corazón le damos derecho a satanas a seguir tratándonos injustamente, injuriados, desvalorizados, abusados. Pero cuando JESÚS, que penetra en lo profundo de nuestra alma (Hebreos 4.12), nos revela la raíz del problema podemos orar correctamente, y ser sanados y restaurados para recibir la valoración y el amor de DIOS que no sentíamos antes.

Siempre DIOS nos valora como un diamante especial a cada uno, solo que cuando sanamos nuestro corazón recién podemos recibir y vivir diferentes.

Nuestro testimonio (de mi esposa y mío) respecto a este tema es que durante nuestra niñez y adolescencia nuestros padres nos trataron muy duramente debido a que así también ellos fueron criados, y no supieron darnos ni amor ni cariño ni valor. Al contrario. Según ellos todo lo que hacíamos lo hacíamos mal y debíamos hacer todo a su manera, a la manera de nuestros padres. Por más esfuerzo que poníamos en los estudios, en cualquier tarea siempre fuimos muy criticados.

Este control de nuestros padres sobre nosotros lo hacían para que no nos equivoquemos, es del modo que ellos querían protegernos, así fueron educados.

Este trato, a través de los años, crea una desconfianza que afecta profundamente nuestra autoestima, nuestra iniciativa y creatividad, y se arrastra a través de los años. En nuestra vida de mayores, en los trabajos, sentíamos, y nos expresaban, mucha desconfianza hasta en labores menores sin importancia.

Muchas personas viven de esta manera aceptando como normal este comportamiento.

Si creemos que JESÚS padeció por nosotros para liberar nuestra alma es la verdadera Fe.

Y nos dio al ESPÍRITU SANTO para que nos enseñe cómo hacer para sanarnos y recibir la libertad completa. El ESPÍRITU SANTO nos va a guiar a toda verdad en nuestra mente y lo más importante a toda verdad de nuestros corazones.

Juan 14.26 “ 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Siguiendo con nuestro testimonio. Oramos y clamamos por sanidad hasta que un día recibimos la revelación y el entendimiento de todo lo que pasamos en nuestra niñez. Y nos dimos cuenta de todo el dolor y resentimiento hacia nuestros padres.

DIOS nos dió un Mandamiento en 

Deuteronomio 5.16 “16 Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.”

Y oramos pidiendo perdón a DIOS por juicio a nuestros padres, perdonamos a nuestros padres (leer “Juicio A Los Padres” en otro escrito), pedimos perdón a DIOS si por nuestro dolor lastimamos a otras personas. Luego echamos de nuestro corazón a toda desconfianza y falta de valoración.

Ahora empezamos a ser restaurados recibiendo, y sintiendo, el amor de DIOS en nuestros corazones. 

Para eso nuestra primera opción es, siempre, buscar en oración las respuestas. 

DIOS permite que pasemos circunstancias difíciles porque es el camino para liberarnos y acercarnos a Él.

Job dijo: “De oídas te conocía y ahora mis ojos te ven” (Job 42.5) después de un duro trato en su vida.

DIOS nunca nos da algo más de lo que podamos resistir, y hoy Él nos va a mostrar como restaurar las palabras de valoración, amor y respeto en nuestras vidas tal como Él mismo nos ve.

¡Gracias mi DIOS, bendito y alabado seas!

lunes, 9 de noviembre de 2020

Con Amor

En los siguientes versículos vemos la preponderancia del Amor.
1 Corintios 13.1–3 ”1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”
Cuando nos presentemos delante de ELOHIM (todos los haremos algún día), El podría decirnos “nada sos” Hacemos muchas cosas por religión y por obligación, presionados, para que los demás vean, pero no por Amor. No somos nada sin Amor, y nada de todo lo que hacemos, aunque sea con buenas intenciones, nos cuenta como bueno si no lo hacemos con Amor. 
Lo que dice primera de Corintios también está en 
Mateo 7.21–23 ”21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 
23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”
Podemos dar comida al hambriento, podemos diezmar y ofrendar, podemos congregarnos y servir en una Iglesia, podemos dar abrigo al necesitado pero si lo hacemos sin Amor no sirve de nada, igualmente nada somos.

Pero muchos dirán: No sé como Amar, ¿como puedo amar si no recibí nunca Amor? No puedo Amar porque me hicieron mucho daño y tengo resentimiento en mi corazón.

DIOS no nos obliga a Amar si no podemos pero si nos dice que El es Amor (1 Juan 4.8) y dio a Su hijo JESÚS por Amor a nosotros, y que gracias a JESÚS podemos conocerle y restaurar nuestro corazón, y comenzar a Amar para sembrar correctamente en el cielo. Gracias a JESÚS podemos entrar ante el trono de DIOS y contarle de nuestras aflicciones, de nuestros dolores, de nuestros problemas para que El pueda sanar nuestro corazón y restaurar nuestra alma, hasta poder llegar a Amar de la misma manera en que está definida en La Biblia.

1 Corintios 13.4-7 “4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 

5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 

6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 

7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”

Si no estamos con un corazón limpio y puro no podremos tomar la decisión de Amar. DIOS nos pide inclusive Amar y bendecir a nuestros enemigos.

Lucas 6.27–35 ”27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; 

28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. 

29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. 

30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. 

31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. 

32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. 

33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. 

34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. 

35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.”

Seguir los caminos de DIOS no es fácil (Mateo 7.13-14) Tampoco es sencillo sanar nuestro corazón y amar a los que nos hicieron daño pero vale la pena. Nuestra vida acá en la tierra será completamente diferente y nuestra herencia en el cielo será grande. No podremos ser felices sin Amar porque así como citamos en 1 Juan 4.8 que DIOS es Amor nosotros somos imagen y semejanza de DIOS (Génesis 1.26), por lo tanto no podemos vivir separados de nuestra naturaleza, de nuestra misma esencia. No podemos vivir sin recibir y dar Amor. DIOS nos hizo seres sociables y buscamos naturalmente Amar y ser Amados pero lo que realmente nos llena de gozo es Amar desinteresadamente.

Y lo más extraordinario es que si Amamos, podemos permanecer en DIOS y El en nosotros. 

1 Juan 4.16 “16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.”

Oramos a DIOS pidiendo que Su dulce Amor llene nuestros corazones y que podamos sentirlo aunque sea un instante hasta que decidamos sanar nuestras almas


El Día De La Prueba

Toda nuestra existencia será tiempo de preparación y tiempo de prueba que nos arrime a DIOS. Jeremías 17.9–10 “9 Engañoso es el corazón más ...