martes, 10 de marzo de 2020

Guerra Espiritual

Andamos en la carne pero no militamos en la carne , o sea, vivimos en la carne pero no batallamos en la carne sino en el espíritu. Nuestra guerra es espiritual.

2 Corintios 10.3–5 “3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;

4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,

5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,”

Proclamar las promesas en la Palabra de DIOS es el inicio de la Guerra Espiritual.

La guerra espiritual que debemos hacer es ponernos a cuenta con DIOS y purificar nuestras intenciones del corazón y luego tendremos autoridad para enfrentar y reprender a satanas (Isaías 1.18)

Zacarías 4.6 “6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”

Solamente con el ESPÍRITU SANTO y no con nuestras fuerzas humanas que son inservibles ante las espirituales.

Santiago en el capítulo 4.1-3 nos habla que tenemos Guerras y pleitos de nuestras pasiones. Que no pedimos o pedimos mal para nuestro deleite solamente, y no para acercarnos a DIOS.

Una buena pauta para pedir es preguntarse si lo que pedimos honra a DIOS o no. Si no lo honra es solo para nuestro deleite. De cualquier manera DIOS sabe de las intenciones de nuestro corazón.

La verdadera liberación es la que hacemos nosotros con DIOS dirigidos por el ESPÍRITU SANTO.

Santiago 4.6–8 “6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.”

Podemos preguntar al ESPÍRITU SANTO sobre que nos impide acercarnos a Él (orgullo, soberbia, reclamos, vicios, etc.). Limpiar las manos es arrepentirnos y renunciar a todo pecado.

En Eclesiastés 5.1-7 las Escrituras nos habla del doble ánimo que es la hipocresía en nuestro corazón.

El que quiere servir a dos señores, el que promete y no cumple, el que conoce y no obedece es de doble ánimo.

Es tan importante depurar nuestro corazón para tener Autoridad Espiritual como también entender cada liberación que pasamos porque en cada área que triunfamos tenemos más Autoridad para reprender y ayudar a otros personas con el mismo problema.

La Biblia está llena de Promesas de DIOS (más de tres mil) para nuestra vidas.

¡Le damos gracias y alabanzas a ELOHIM por todo lo que podemos comprender y compartir!


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