Olor Fragante

DIOS me sanó de varios juicios guardados en mi corazón. Algunos temas que no salieron de mi boca, y que ni sabia que estaban escondidos en mi alma. Todo lo que está en el alma sale a través del corazón.

Le preguntaba a ELOHÍM como el enemigo (satanas), no siendo omnisciente, sabía cuando teníamos malos pensamientos o sentimientos como odio, rencor, resentimiento, reclamo hacia otras personas, o hacia ELOHÍM mismo, ya que este enemigo siempre demanda nuestras vidas ante DIOS.

Me responde así: “Es por el olor que sale de nuestro corazón.”

Nuestro corazón despide un olor espiritual. Este olor es grato y agradable a ELOHÍM si esta puro, pero es nauseabundo cuando nuestro corazón esta sucio, en cuyo caso debemos limpiarnos, purificarnos, sanarnos, liberarnos.

En las Escrituras (Génesis 8:20, Éxodo 29:18, Éxodo 29:25, Efesios 5:1-2 por citar unos pocos ejemplos) nos damos cuanta de la importancia del olor grato y agradable a JEHOVÁ. En el Antiguo Testamento el hombre se justificaba ante DIOS mediante la sangre de animales. Estos sacrificios eran de olor agradable a ELOHÍM porque así se justificaban, se limpiaban y se acercaban a ÉL.

Hoy, gracias al sacrificio de la sangre de JESÚS, estamos justificados delante de ELOHÍM y podemos, con el ESPIRITU SANTO, limpiar nuestro corazón ante el Trono de Gracia (Hebreos 4:16). Y esta purificación de nuestro corazón sube como olor grato y agradable a ELOHÍM. Esto está muy claro en 2 Corintios 2:15-16 donde dice lo que somos en JESÚS, olor grato y no a muerte.

Es importante entender que lo que en Antiguo Testamento era físico (una era) y almatico (otra era) ahora es espiritual (otra era) desde la llegada del ESPÍRITU SANTO en pentecostés.

Este olor es tan evidente en personas con conflictos. Las personas que tienen los mismos problemas se atraen por el olor del corazón. Y estas personas si no se sanan repiten una y otra vez sus dificultades. Y solamente JESÚS penetra el corazón y sana profundamente (Hebreos 4:12). 

Es interesante lo que leí en un libro: “el sentido del olfato es el único que no pecó en el pecado original en el Edén, que no intervino en este pecado.”