Hoy, 13 de marzo del 2019, hace 20 años que nos unimos, Anne y yo, con DIOS en matrimonio. Nos presentaron, nos vimos 3 veces y le dije (románticamente) “DIOS dice que nos casemos”. Me pidió 3 días para orar y luego de varias pruebas me aceptó. Un mes más tarde la boda. Así incidamos nuestro matrimonio a los 42 años, solo confiando en DIOS porque no nos conocíamos, ni sabíamos nada el uno del otro. En la boda presentamos a nuestra familias. DIOS nos tomó en sus manos e inició un proceso con nosotros que de a poco fuimos entendiendo.
Mencionaré los procesos a grandes rasgos ya que los detalles de cada uno merecen un Blog por separado.
Primero: El matrimonio es entre tres, el hombre, la mujer y DIOS. DIOS siempre estuvo con nosotros en todas las decisiones, en todos los problemas, en todas las peleas. DIOS, y solo El, es responsable de que estemos juntos y que seamos uno con El (Juan 17:22-23)
Segundo: El amor matrimonial que DIOS creó es en este orden: Espiritual, Almatico y Físico. Comienza con el amor que nos une, el amor a DIOS por medio del ESPÍRITU SANTO. Luego el amor del alma: a través de nuestra voluntad y mente empezamos a conocernos, aceptarnos, respetarnos, sanarnos y disfrutar con nuestras emociones de estar juntos. Después viene el amor físico. Totalmente lo contrario a lo que el mundo propone (1 de Tesalonicenses 5:23) Entendimos que hay un equilibrio en espíritu (dones), alma (virtudes) y cuerpo (protección, cuidado) que nos sostiene y complementa.
Tercero: Las bendiciones vienen solo cuando la pareja se entiende y se respeta. Aprendemos a conocernos, apoyarnos, aceptar diferencias entre el hombre y la mujer, y como personas de diferentes culturas sin juzgarnos aunque estemos equivocados. Mientras DIOS solo sostiene pero no avanzamos (3 de Juan 2) Aprendimos a hacer todas las cosas juntos. Deportes juntos, vamos de compras juntos. Reuniones o viajes de negocios juntos o no va ninguno. Y todos aceptan nuestras condiciones porque DIOS respalda.
Cuarto: Aceptar que todo, absolutamente todo, lo que nos pasa es para beneficio nuestro y de los que nos rodean. Los propósitos de DIOS tienen amplio alcance (Romanos 8:28)
Quinto: Como somos uno todo lo bueno es logro de ambos y todo lo malo, no importa quien se equivoque o caiga, también es culpa de ambos. Los dos son responsables de todas las cosas que pasen. Si uno cometió una infidelidad, o perdió la paciencia o mintió ambos son responsables (Mateo 19:5)
Sexto: La bendición financiera, la que no añade tristeza (Proverbios 10:22), viene cuando el varón trata con amor, respeto y admiración a la mujer, cuando honra a su esposa (1 de Pedro 3:7)
Puedo ver que muchas parejas han prosperado o avanzado en alguno de estos puntos. Inclusive personas que no están cerca de DIOS, pero éstas son leyes espirituales que se cumplen las aceptemos o no, las entendamos o no, como la siembra y la cosecha, o las herencias o como las leyes físicas.
Hoy, Anne y yo, disfrutamos de nuestra amistad y compañerismo. Pasamos horas hablando, y siempre juntos en todo. Y le servimos a DIOS enseñando de las maravillas de la Biblia y de todos los detalles que DIOS transformó en nuestras vidas. Pasamos experiencias que enseñamos a otras parejas para que el tiempo de ellos se acorte.
Somos un testimonio de que con DIOS todo es posible. Hace 20 años nadie, ni familia ni conocidos ni nosotros, teníamos expectativas favorables de lo que iba a pasar en nuestras vidas, pero el amor y la misericordia de nuestro maravilloso DIOS cambió radicalmente todo. Nosotros solo obedecimos.
Claro que todo proceso debe ser acompañado como dice en Deuteronomio 28:1-2: “escuchemos la voz de JEHOVÁ y cumplamos Sus Mandamientos”
Que bendicion! el ejemplo que siempre nos dan es increible.
ResponderBorrar